domingo, 4 de septiembre de 2011

Elementos - Capítulo 2: Primeras impresiones


 25 de julio, 1883, El triángulo de las Bermudas.
Percibí una ola de tensión apenas apoyé el pie en la mansión, pero Terrence trató de disimularlo. No lo hizo muy bien.
–La he traído – enfatizó el “la” como si fuera un crimen.
Entonces vi a tres personas, que estaban haciendo distintas actividades. Una había estado leyendo un libro, uno había estado apoyado contra la pared y otra había estado esperando, sentada. Ambos se levantaron cuando entré, pero la que leía ni se inmutó. No me importó para nada.
–Hola. Espero que no hayas tenido ningún problema con el viaje – me saludó una joven de cabello rubio casi blanco, ropa combinando a juego. Tenia un cierto parecido con una novia. Se acercó lentamente, evaluando mis movimientos. Yo levanté las cejas, como diciéndole que lo que estaba haciendo era muy estúpido. Ella captó el mensaje, y se me acercó para darme un abrazo. Eso me tomó desprevenida – Me llamo Viv, y soy aire.  
–Scarlett.
–Si, lo sé. Lo…
–Escuchaste. Si, yo también te sentí – ella sonrió, y se puso a hablar con Terrence. Yo avancé, más concentrada en la casa que en los que me faltaban saludar.
Había muchos cuadros interesantes, muy diferentes entre sí. Noté uno muy particular en que una mano humana sostenía un corazón también humano, ensangrentado. Me gustaron los colores, y como el corazón parecía una llamarada.
–Me gusta ese – dije, distraídamente.
–Es el favorito de Aphril – susurró una voz, demasiado cerca de mí. Sentí un aliento muy frío, y me di vuelta rápidamente, con los ojos bien abiertos por la sorpresa. Me encontré con un hombre de cabello negro, cicatriz deformando su mejilla y ojo izquierdo, ojos extremadamente azules, fijos en mí. Sentí mi instinto de supervivencia, y me erguí para hacerme más importante. Le sostuve la mirada.
–Lo siento – se disculpó, alejándose – No pretendía asustarte.
–Pues me has congelado, más bien – le recriminé.
–William. El agua.
–Genial. Scarlett, fuego – no nos extendimos las manos, gracias al cielo.
Lo que más me impresionó de William fue que… me resultaba demasiado interesante, y sus ojos demasiado azules. También me llamó mucho la atención su cicatriz, que le deformaba todo el rostro. Si seguía mirándolo más tiempo, seguro que me ahogaría.
Todas las miradas se posaron en nosotros y en nuestra improvisada presentación. Pude sentir como todos contenían el aliento. Seguro que esperaban que los dos enemigos mortales terminaran matándose en una simple conversación. Pero eso no pasó.  
–Scarlett, ella es mi hermana… Aphril – Viv me señaló a la del libro. Me miró con desdén, y yo hice lo mismo. No me caía bien.
–Supongo que tenemos que hacer lo que siempre hacemos. Por favor, Viv, encárgate de eso. Tengo una misión – William.
–Yo también – dijo Aphril, dejando el libro a un lado y siguiéndolo.  
–Por desgracia, yo también. Suerte, chicas – nos sonrió y se fue con los otros, corriendo a toda velocidad.
–Bueno, lo que siempre hacemos es enseñarle a los nuevos la historia de su elemento. Y porqué tu antepasado murió.
–Adoro los documentales – dije, mientras subíamos las escaleras.
Fotos. Millones de fotos esparcidas por el segundo piso. Me enteré de quienes habían sido los que reemplacé. Bill. Esthefan. Demetri. Lizabeth. Wendy. Sol.
Cuando llegó el momento de mi antepasado más reciente, Viv se ensombreció.
–No es una historia que nos enorgullece contarte. Lo más raro es que, Ruby, el anterior fuego, era mujer. La cadena de descendencia es mujer, varón, mujer, varón. Nunca en nuestra historia ocurrió algo diferente.
–Hasta ahora – dije mientras veía la foto de Ruby. Era una foto en la que ella miraba a la cámara con desdén, con el pelo difuminado debido a que se había movido.
–Era una chica de mal carácter. La mayoría de los de fuego son así. Eso provocó su muerte.
–Explícate – ordené, demostrando mi hereditario mal carácter.
–Aphril y William son una pareja. Ruby tenía un profundo odio hacia todos, especialmente hacia ellos. Vivía para molestarlos… – suspiró – Al parecer, William se hartó.
–¿Qué sucedió? - pregunté, impaciente.
–La mató. No con facilidad, obviamente. Ella le dio una paliza antes de morir. Como ya habrás visto, le deformó la cara con esa horrible cicatriz. Él, con la poca fuerza que le quedaba, le arrancó la cabeza antes de recibir otro ataque, y le inundó las venas con agua helada – posó su mano en mi muñeca, y la apretó suavemente durante unos segundos. Yo no estaba asustada, sino más bien confundida y enojada. ¿Cómo se había atrevido a matar a uno de los nuestros? – Por tus venas no corre sangre, sino lava. Es muy interesante, ¿no lo crees?
–¿Qué tienes tú dentro de tus venas? – dije, ignorando su pregunta. Ella sonrió.
–Nada. Están vacías. Solo corre aire. Por la de William, agua. Por la de Terrence, humus. Por la de Aphril, veneno.
–Asqueroso – hice una mueca.
–¿Estás ansiosa por tu primera misión?
–Honestamente, me da igual - ella me miró fijamente, tratando de descubrir algo que no estaba allí.
–¿Sabes? Comparada con los otros, tú tienes el mejor carácter de todos.
–Oh. No te preocupes, voy a esforzarme para ser la peor de todas – traté de bromear - ¿Cómo fue tu primera misión?
–No muy bien. Tuve que provocar un tornado que, por algún motivo, no había podido producirse. Esa es nuestra misión ¿recuerdas? Hacer lo que tiene que pasar pero no está sucediendo. En fin, me sentí terriblemente mal, ya que al pensar en todas esas personas que perderían todo… - hizo una mueca de dolor, similar a la que hizo Terrence cuando vió el bosque chamuscado – El argumento de “no podemos evitarlo” no me convence. Pero eso me pasa cada ves que hago una misión.
¿Y cómo es posible que ustedes sean hermanas? – pregunté – Es decir, las dos son… completamente diferentes – si, una parece incapaz de lastimar a una mosca y la otra parece una psicópata asesina.  
Bueno, el alma y el aire siempre estuvieron relacionados entre sí. Es decir, el aire te da vida, el alma también. Pero la diferencia es que mi hermana siempre quita la vida, nunca la da.
¿Por eso es tan… aterradora? – sonrió.
Compréndela. El alma siempre tiene las misiones más difíciles. Nosotros no vemos muertes tan a menudo como ella – se quedó viendo la fotografía de su hermana – La admiro. Por lo valiente que es.
Supongo que me alegro de ser fuego – me miró.
No es lo más sensato. Los de fuego suelen tener tanto o más enemigos que los de alma – suspiré.
Creo que podré soportarlo.

sábado, 3 de septiembre de 2011


Queridos lectores:
Viendo que el blog no se hace muy famoso que digamos, espero que algún día una persona lo vea. Si por extraña casualidad alguien lee esto, me gustaría que dejara un mensaje de vida. Me gustaría encontrar a alguien que le guste leer novelas fantásticas.
De paso pregunto: ¿cómo hacer para tener copyright y que no se pueda copiar mis novelas?
Bueno, espero que algún día pueda hacer un blog para cada novela, pero mientras me dure, usaré este para todas.
Besos

sábado, 6 de agosto de 2011

Darkness - Capítulo 2 “El búho y la serpiente”

Fue en busca de la foto de su madre.
Estaban los cuatro. Su padre, su madre, Mathew, y ella.
Los niños apenas tenían seis y cinco años. Pero Jade la recordaba a ella como si la hubiera visto ayer.
<<Mamá desapareció de la misma forma>>
Ella recordaba esa tarde con cada detalle:
Era el cumpleaños de su mamá. Todos le habían dado obsequios, todos en el pueblo la querían, era una persona encantadora, con los mismos ojos grises que Jade.
Los cuatro habían salido a cabalgar, hasta que Mathew se cansó. Su padre lo subió a su caballo y lo llevo hasta la casa, dejando solas a Jade y a su mamá. Era una noche como cualquier otra.
Su memoria había borrado parte del suceso... después de una oscuridad total dejo de ver a su mamá. Quiso buscarla, al día siguiente todos en el pueblo la buscaron. Pero con el correr de los años fue imposible continuar la búsqueda.
  ¿Jade? – Su padre estaba tocando la puerta.
  Pa... pasa. – Cualquiera se hubiera apenado de la apariencia de ella. Estaba tirada en la cama, con la foto de su madre, con los ojos llorosos.
    Se sentó a su lado.
  ¿Qué sucede? –Le llamó la atención que estaba con la foto.
  ¿Qué era esa cosa? La niebla negra. No me lo has explicado. –Su padre suspiró
  Es... algo complicado. Pero te prometo que con el tiempo lo entenderás. Cuida muy bien el libro que tomaste de la biblioteca.
  ¿Cómo es que... como es que sabes que saque el libro de la biblioteca?
  No es casualidad que saques aquel libro, y que hallas visto a la niebla. Es algo complicado. –Jade puso los ojos en blanco.
  Papá... tengo trece años. Por favor... ya no me puedes ocultar esos secretos. –Su padre acarició su cabeza y le dio un beso en la frente.
  Duerme... lo entenderás en la mañana.
Al salir de la habitación Jade se puso a pensar seriamente en lo que le sucedía a su papá.
<<Deescaanzaaa>>  Una voz le hablo por su mente... pero no le prestó atención. No sería más que su imaginación.
Se quedó mirando la nada... hasta que sus parpados cedieron y logró dormir.
Estaba en un prado en la completa oscuridad.
<<Un sueño... seguramente>> Pensó para sí. Aunque nunca en sus sueños pudo hacer comentarios propios.
  ¡Haaas vueeltoo! –Jade giró hacia la voz... sonó más real de lo que parecía en sueño.
El lugar parecía desolado. Solo lograba ver a unos pasos de ella.
  ¿Cómo es que?... ¡Eres la voz de la otra noche!
  Claaro... ¡noo creeríaas queee eera iimaginaarioo! –Jade busco por todo su alrededor.
  Por favor... muéstrate.
  Coon mucho gusstoo...  –Una figura salió desde la oscuridad. No se lograba ver lo que era. Al no ver más que una figura pequeña, Jade sintió una confusión en la cabeza
  Eres una... una...
  Leechuuzaaa... yy una muuuy viejaa a deciiir veerdaad...
  No sabía que las... –Busco la palabra adecuada. – Lechuzas hablaban.
  Looo toomaree coomo uun cumpliidoo... síiigueeme...
Jade siguió como pudo el vuelo del extraño pájaro. Y la llevó hasta una casa. El único lugar en donde la oscuridad no llegaba. Unas extrañas esferas de luz impedían que las nubes negras ingresaran al jardín.
  ¿Dónde estamos? –La lechuza evadió la pregunta y con una de sus garras empujo la puerta.
No se veía nada en la habitación. Hasta que algo en medio de una mesa en el centro de la habitación, retiró la tapa de un extraño envase, de ahí salió una luz tan fuerte que no la dejó ver mucho por un rato.
La luz había espantado a la oscuridad de la habitación, dejando solo las sombras habituales detrás de la niña.
  ¿Una niña? ¿Me hass traído a una niña? ¿Cómo cress que me ssentiría ssi no fuera la que busscáramosss? –Las “S” del ser eran extrañas y resaltadas.
  ¿Quién eres?
  Nonono... no te diré quién ssoy hassta que me digass quien eress
  J-Jade...
  Esso... esso no ssirve de mucho querida... venga... no te haré daño. No me gussta comer humanos.  –De las sombras salió una especie de serpiente. Rojo vivo. Y con los ojos tan grises como los de Jade.
  ¿Todos los animales aquí hablan?
  Bueno... todoss loss que quieren... claro... –Se enroscó y se posó en el suelo. –Eress algo más temerossa que tu madre... esso ssi... pero no hay duda que sservirá.
  ¿Conociste a mi madre?
  ¡Claro! ¿Por qué cress que te ha traído el búho?
  ¡Leeechuuzaa! –Se escuchó desde afuera.
  ¡Ssss! ¡Déjame explicarle a la pobre chica!
  Peerooo coomo lee explicaríaaas si diceees maaal mi especieee... – La serpiente se retorció... incomoda.
  ¡Ess lo missmo! –Luego se dirigió a Jade. – ¿No entiendess nada verdad? –Ella negó con la cabeza.
  Teee loo dijee...
  ¡Sssss! –Siseó. – Tress cossass bassicass... La primera: lee el libro… ¡y pressta mucha atención! La ssegunda: cuando llegue la hora... deberáss cumplir una gran missión... por favor estate atenta. Y la tercera: ¡no olvidess esste ssueño! ¡Ess lo que te acercará a tu familia de tuss poderess!
  Po-¿Poderes?
  ¡Sssii! ¡Ssuerte! ¡Noss veremos mañana! –Ni bien dicho eso todos sus alrededores se empezaron a difuminar.
La serpiente desapareció en el aire, la madera y los muebles se hicieron polvo, hasta el exterior se fue desdibujando. Solo quedaba la mesa central con la esfera brillante.
Jade quiso acercarse a lo único que lograba ver.... pero sus pies quedaron en el aire, y no hizo más que caer al vacío.
Logró despertar toda agotada... como si hubiera corrido dos vueltas a la pista de su escuela. Pero pronto tuvo un mal presentimiento.
  ¿Papá? –Salió corriendo de la habitación.
Como de costumbre estaba su hermano tomando el desayuno, pero su papá no estaba.
  ¿Matt... donde esta papá?
  No lo sé... salió en la mañana... –La miró de arriba abajo. – ¿Por qué estas en camisón?
Jade ignoró el comentario y fue corriendo a la puerta.
Logró ver a su papá a lo lejos con su caballo, lo cual la calmó.
  Iré a ver a papá. ¿Liam está en el establo?
  No lo fé... fi no lo facafte no fé donde pobdía eftar. –Jade miró a su hermano, tenía la boca llena de galletas.
Subió hacia su cuarto y se puso unas botas y un abrigo sobre el camisón.
  ¿A dónde iras así vestida? –Dijo su hermano mientras se acomodaba los anteojos.
  Con papá... necesito decirle algo urgente.
  Como digas. –dijo y bebió un sorbo de leche.

  ¡Papá! –La niña iba a todo galope desde la casa con Liam.
  ¿Jade? ¿Qué haces despierta tan temprano?
  Tu-tuve el sueño... el que dijiste que tendría. ¿Eso es normal? Aún no entiendo ni la mitad de lo que está pasando. ¿Por qué no quieres explicármelo?
  Jade... claro que quiero. Pero no me creerías. ¿Futuro y Carmín no te lo han explicado?
  ¿Quiénes? – El padre suspiró.
  Los animales que viste en tu sueño... deberían haberte explicado. Es obvio... nunca han tenido que enseñarles a alguien tan pequeño.
  ¿Pequeño?
  Ven... volvamos a casa... te lo explicare en el camino.

  ¿Tengo poderes?
  Si... heredados de tu madre. ¿Viste el libro que has sacado de la biblioteca? –Jade asintió – Pues es todo cierto. Un ser ronda por esta zona. Y te está buscando.
  ¿A mí? Pe-pero...
  Tienes la habilidad de repeler a la niebla negra. Cuando la oscuridad te toma, comienza a controlar tu mente y pierdes todos tus recuerdos y memorias del pasado, dejas de ser la persona que eras. Tú y tu madre nacieron con la habilidad de mantener su mente intacta, son inmunes a la oscuridad y su poder mental. Por eso la niebla negra quiere secuestrarlas. Para que no la confronten ni hagan bandos con otros de esa habilidad. – Esperó para ver si había captado la atención de la niña, y continuó: – ¿Nunca has oído que dicen que la mirada es un puente entre dos almas? Pues es que tienes poderes mentales muy poderosos... aún más que la niebla negra, por eso les tienen un profundo miedo.
  ¿Puedo leer la mente? –Su padre asintió satisfecho. – ¿Co-como aprenderé?
  Tu madre te enseñaría. Pero... desde esa tarde...
  ¿No hay nadie más que me enseñe?
  Por el momento no... después de ti no ha nacido nadie más.
Jade se decepcionó. ¿Quién le enseñaría si no hay NADIE en la zona con ese poder?
  ¿A mamá la tienen en la niebla?
  Eso creo... pero no sabría decirte.
  ¡Ella me tiene que enseñar! Necesito verla.
  No...
  ¡Papá!
  Te he dicho que no. Es demasiado peligroso.
  No es justo. Si tengo los poderes que me has dicho podría perfectamente entrar a la niebla y hablar con...
  ¡Jade Adler... te he dicho que no!
  ¡Confía en mí!
  Es muy peligroso. –Jade bufó enojada.
  Veo que tendré que hacerlo sola. –Ni bien dijo le dio la orden a Liam de correr.
  ¡Jade! ¡Vuelve aquí!
<<Corre Liam... pronto estaremos en casa. Necesito ver a mamá>>
El caballo aceleró la velocidad. Hasta llegar al establo.
  ¡Jade! ¡Hola! ¿Quieres que guarde por ti a Liam? ¿Sucede algo?
  Nada tío Joseph... solo... iré a mi habitación.
Fue corriendo hasta la habitación que ni se preocupó por ver a su hermano.
<<¡Necesito ir a ver a mamá! –Cerró la puerta tras ella. – ¡No puedo creer que no me deje ir a verla! >>
<<¡Ess muy peligrosso! Hazle casso a tu papá... ssolo quiere protegerte de la osscuridad >> La voz de la serpiente le apareció en la cabeza
<<Pero ¡tengo poderes! Según dicen >>
<<Peerooo debeees aprendeeer a uusaarlooos. >> El búho hablo también.
<<Exactamente por esa razón voy a verla>>
<<Ten mucho cuidado... la osscuridad tratará de dominar tu mente... >>
<<¿Laaa deejaaraas? >>
<<Puess claro... ssi confía en ella misma debe intentarlo... de cualquier forma esstaremoss para ayudarte Jade... ssolo llamanoss... si tu pedido lo demanda nos volveremoss materialess >>
<<¿Cómo es que puedo hablar con ustedes? Son solo personajes de mi sueño.>>
<<A decir verdad ssomoss una esspecie de protectoress. Éramoss de tu madre... ella noss pidió que te protejamos cuando llegue el momento... dessde esse día hemoss esstado esperando >>
Jade se sentó en su cama... calmada.
<<Porque... ¿Por qué eres una serpiente? Y él... bueno... >>
<<Podemoss tomar cualquier forma que sse noss ocurra... yo he elegido la ssserpiente porque me atrae mucho ssu agilidad.... ¡Pero ssi le molessta cambiaría a otra! >>
<<Aaasiii eees... >>
<<¡No, no! No es de ninguna molestia... ¿se llaman Futuro y Carmín? >>
<<Assi ess... mi nombre sse apoda Carmín. Cualquier forma que tomo tiene un rojo incandesscente. Y ademass me gussta mucho. Mi compañero le dicen Futuro... aunque yo no apoyo esse nombre... ¡No ess nada original! >>
La chica se recostó en la cama entretenida con su charla mental.
<<¿Qué clase de poderes tengo? >>
<<Bássicamente, lo que te ha explicado tu padre... poderes mentaless muy poderosos... en los cuales incluye telequinesssia... ¡ess uno de mis favoritoss! >>
<<¿Qué cosa? >>
<<Perdona... Telequinessia... el poder de mover objetos con tu mente >>
 <<Vuelve con tu padre... él entenderá que tarde o temprano tendras que ir a las tinieblas... pero trata de evitar el tema >>
<<De... de acuerdo... –Se encaminó a la puerta. – Eh... gracias >>
Las figuras de su mente, al salir ella, se materializaron en su habitación, sin que Jade se diera cuenta.
  ¿Ensserio creess que todo ssaldrá bien?
  Auunqueee eeella noo se dé cueenta... tieeene su destiiino grabaaado... no haay quee deciiirle naaada al respeecto... eeella deeebe seeeguir sus desisiooones.
  Lo comprendo... pero él no tendrá piedad de ella. ¿Verdad?
  Noo la tendraa... pero ya sabeemos coomo seguiiraa.. ¿veerdad?
  Cuando llegue esse momento esspero que ssea lo ssuficiente fuerte.

jueves, 9 de junio de 2011

Solo respira - Capítulo 2

2
Los siguientes cinco días fueron iguales al primero. Pero me sentía incomoda estando tan cerca de Jasson. Quizás era porque él no me dirigía la palabra y alejaba el banco tan lejos como podía. Tal vez porque cuando intente hablarle al salir de la clase, me ignoro.
Era sábado y acababa de levantarme. Fui al baño, me lave la cara y me cepille los dientes. Me puse unos jeans azules y una remera manga corta superpuesta y me dirigí a la ventana.
Mi cuarto tenía un hermoso ventanal un poco mas de mi altura, así que solo bastaba abrirlo para caerse. Desde allí se podía ver la calle que daba a nuestra casa. Lástima que había un gran jacarandá tapando la mayoría de la vista Le había pedido mil veces a mama que le dejara podarlo a papa, pero ella decía que le daba un toque de distinción a la casa.
Lo que vi a través de la ventana era el motivo por el cual me había despertado. Un volvo plateado estaba estacionado enfrente de casa, y su ocupante estaba parado en nuestra puerta tocando el timbre.
JASSON!!!

Me calcé los zapatos y baje las escaleras en tiempo record. Antes, me fije mi aspecto en el espejo. Estaba presentable.
   – Hola – dije en cuanto abrí la puerta. Su cabello rubio estaba alborotado, sus ojos brillaban de un modo extraño, y llevaba unos jeans y una campera gris con cuello en V. Estaba muy guapo.
   – ¿Cómo sabias que era yo? – pregunto.
   – Te vi por la ventana – dije señalándola.
El la contemplo por un momento y volvió la vista hacia mí.
   – ¿Qué haces aquí?   – dije, confundida.
   – Mi madre quería devolverle a tu familia esto. – y me extendió una jarra de jugo. Yo la agarré.
   – Emm... gracias, supongo... ¿quieres... pasar?
Jasson dudo por un momento pero se resigno.
   – Bueno, a fin de cuentas... nada entretenido me espera en casa – dijo, mientras le abría mas la puerta y el pasaba dentro.
   – ¿Tus padres están en casa? – me pregunto.
   – No. En sábado, ellos se levantan muy temprano y salen a correr.
   – ¿Has desayunado?
   – Recién me levanto – dije mientras dejaba la jarra de jugo en la cocina. El me siguió y se sentó en una de las sillas de la mesada, mientras yo me preparaba el desayuno. Me senté enfrente de él.
   – Y... ¿tienes hermanos?
   – Solo uno, pero está de viaje. Nos visitará dentro de poco – pensé en Alex mientras tragaba una cucharada de cereal – ¿Ya desayunaste? – me sentí grosera al no ofrecerle algo.
   – Si, gracias. Soy de madrugar. – se rió por lo bajo.
   – ¿Me perdí de algo?
   – Nunca en mi vida he dormido más de cinco horas.
   – Que extraño. Sin embargo, no te veo ojeras.
 Nuestras miradas se cruzaron, haciéndome sentir muy bien. De repente, Jasson se paro bruscamente, haciendo temblar mi desayuno.
   – Debo irme. Ahora.
   – ¿He dicho algo malo? – repase en mi mente la conversación, buscando algo fuera de lugar.
   – No, no, para nada, pero tengo que irme.
También yo me pare, y lo fui siguiendo hasta la puerta.
   – ¡Hasta mañana! – grite mientras lo veía alejarse en el auto.
Fui a la cocina, demasiado confundida como para saber lo que estaba haciendo.
Tome el tazón con el poco cereal que quedaba y lo deje en la pileta. A mama no le gustaba que le lavaran los platos. Pensaba que los lavábamos mal.
Puse la jarra de jugo en el mueble y subí a las escaleras. Me senté en el piso, en frente del ventanal, con mi diario entre las piernas y una lapicera en las manos. Lo había conocido hace muy poco, pero yo sabía que una persona normal no actuaba así, a menos que algo le estuviera pasando. Así que empecé a anotar.
   – ¡Angie, ya llegamos! – escuche decir desde la escalera. Cerré el diario en la página donde estaba escribiendo y fui a saludar.
   – Buenos...días... cielo – me dijo papa con la lengua afuera en cuanto me vio bajar las escaleras.
   – ¿Estás bien, papa? Suenas agitado.
   – Nada que no pueda enmendarse con un refresco. – respondió mama.
Fuimos a la cocina, y, como era de esperarse, mama descubrió el cambio en la heladera.
   – ¿Quién vino a traerla? – era obvio que hablaba de la jarra de jugo.
   – Emm... Jasson... Burdock...
   – ¿El hijo de Renee?
   – Eso creo.
   – ¡Oh, eso es fantástico! Escuche que es un adolescente muy agradable.
   – No creo que sea un adolescente... y francamente, el tiene una manera muy extraña de ser agradable.
   – Charla de chicas. Puaj. Si me necesitan, estaré arriba. – a papa no le gustaba salir a correr, pero lo hacía por mamá, así que al volver a casa, lo único que quería hacer es lo que hace un persona normal un sábado. Nada.
   – No creo que sea tan malo como tú dices que es. Estoy segura de que fue una mala impresión tuya.
>> Si, claro. << pensé.